Un destino que no necesita presentación, convertido en un imán para los viajeros de todo el mundo gracias a sus impresionantes sitios arqueológicos.
Cusco es nuestro principal destino turístico y depósito de cultura e historia que el viajero puede respirar en cada rincón de la ciudad y sus alrededores.
Cusco esconde docenas de atracciones históricas y naturalistas preservadas con celos, circuitos de lagunas, pueblos tradicionales que parecen congelados en el tiempo, rutas de senderismo que combinan historia y aventura de una manera espectacular; una gastronomía que se basa en lo mejor de los 5 continentes y los combina con las tradiciones locales para producir resultados excepcionales; y docenas de festivales populares que visten las calles y plazas de la ciudad con colores y alegría.
Bienvenido a la tierra de los INCAS.
La imponente Plaza de Armas, rodeada por la catedral de la ciudad y la Compañía de Jesús.
En la época de los incas se llamaba "Huacaypata", una palabra que en quechua significa lugar de llanto o encuentro. Era un sitio ceremonial importante en el que se celebraban Inti Raymi o Festa del Sole todos los años.
Fue el lugar donde Francisco Pizarro proclamó la conquista del Cusco.
Con la llegada de los españoles, la plaza se transformó; se construyeron arcos de piedra y se construyeron los edificios que lo rodean.
Al regresar a la Catedral, el edificio siguió dos fases: primero se erigió la Capilla del Triunfo en lo que fue el antiguo templo de Suntur Wasi (Casa de Dios), luego la catedral se construyó en el palacio Inca Viracocha. En la fachada predomina el estilo renacentista, así como en el interior de la iglesia caracterizada por numerosas esculturas en madera de cedro y alisso. El coro y el púlpito destacan por su belleza. Conserva una importante colección de pinturas de la escuela cusqueña y objetos en plata repujada.
Según el concepto inca era el centro religioso del Cusco, centro geográfico y político.
La Iglesia y el Convento de Santo Domingo en Cusco se han mantenido estables a lo largo de los siglos gracias a sus sólidos cimientos: aquí estaba Coricancha, el templo más importante del Imperio Inca, dedicado al Sol. El esplendor del pasado todavía es visible en las paredes exteriores y en los jardines interiores; La arquitectura colonial del complejo religioso también es magnífica.